JUANA RUIZ, SECUESTRADA Y PRESA EN ISRAEL SIN CAUSA NI DELITO

La complicidad internacional con la inquisición israelí es un crimen de lesa humanidad

 Juana Ruiz, trabajadora española y palestina, vecina de Beit Sahour, en la Palestina ocupada, lleva seis meses presa por la Inquisición Israelí. ¡No, no nos hemos equivocado!, pues inquisitorial es la institución de un Estado con poder suficiente para secuestrar a una persona, mantenerla presa y en condiciones de tortura y humillación permanente por meses y aún años, sin causa ni otro motivo para semejante violencia que ejercer su brutal voluntad y, enseguida, apelar a la impunidad otorgada. En este caso, como en todos los casos que históricamente la precedieron, la institución inquisitorial del Estado de Israel tiene nombres y apellidos administrativos –‘tribunales de justicia’, ‘ejército’, ‘sistema penal’, ‘parlamento’, etc-, por más que encarnados en personas de carne y hueso, gentes capaces de la mayor atrocidad y vulneración de la dignidad del pueblo palestino por simple obediencia o por comodidad o por un ‘usted ya me entiende, se trata de unas gentes imposibles y peligrosas’.

Juana Ruiz fue secuestrada por el ejército israelí el 13 de abril en su casa familiar. Su delito: Ninguno, salvo estar allí y ayudar a sus vecinos. Se trata de un suceso más en la estrategia diseñada y fríamente ejecutada por los sucesivos gobiernos israelíes -en la que están implicados los partidos políticos israelís- con el objetivo de desarmar e inhabilitar la resistencia, la autonomía palestina y quebrar la voluntad de libertad del pueblo palestino, para quedarse con sus campos, casas, bienes … y borrar en todo el territorio la memoria de su existencia, su lucha, la injusticia y el saqueo sufridos, los muertos y asesinados en lugares, aldeas y pueblos a los que se les cambiará el nombre.

Israel es tanto un régimen de apartheid como un Estado ocupante manu militari sobre territorios propios del pueblo que lo habita, el pueblo palestino, y al que se pretende expulsar definitivamente de su hogar. Dando por hecha la resistencia palestina, que no dudan en lograr vencerla a base de asesinatos, matanzas, bombardeos, asedios, demoliciones de casas, expropiaciones, cárceles y exterminio, los sionistas saben muy bien que no lograrán su criminal objetivo sino cuentan, además, con la complicidad de los poderes mundiales, sobre todo EE UU y la UE, pero también Rusia y China, para garantizar su impunidad.

Esta franquicia de impunidad -otorgada por el gobierno de coalición español, con su silencio- es lo que ahora mismo está en juego con el secuestro y reclusión sin causa de la ciudadana española, Juana Ruiz. Ante la cobardía del gobierno español, es seguro quien ganará esta partida -Israel- y quienes sufrirán el dolor y la humillación: los miembros de los Comités de Trabajadores de la Salud de Palestina, Juana Ruíz, la directora, y sus ayudantes, Shatha Odeh y Tayseer Abu Sharbak, también detenidos.

Es necesario volver a las calles de nuestra ciudad y gritar al gobierno español, a la Unión Europea, a Israel y al mundo, ¡En nuestro nombre, NO! ¡En nombre de la clase trabajadora, internacionalista y solidaria, NO! ¡Rechazamos su colaboración -otorgada con cinismo y a oscuras- en este crimen incesante contra un pueblo que se rebela con lo que puede y con las armas que puede!

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