VII Época - 9

FARHA

Título original: Farha

Año: 2021

Duración: 92 min.

País: Jordania

Dirección: Darin J. Sallam

Guion: Deema Azar, Darin J. Sallam

Reparto: Karam Taher, Ashraf Barhom, Ali Suliman, Tala Gammoh, Sameera Asir, Majd Eid, Firas Taybeh

Música: Nadim Mishlawi

Fotografía: Rachel Aoun

Farha es el primer largometraje de la guionista y directora jordana de origen palestino Darin Sallam. Está ambientado en Palestina en 1948, durante el periodo inicial de la guerra palestino-israelí que desembocó en la Nakba, o catástrofe, en la que los palestinos fueron expulsados de sus hogares por centenares de miles.

La película pone un rostro humano a estos acontecimientos. También se ha convertido en el blanco de feroces ataques por parte de funcionarios israelíes y apologistas del Estado sionista, que ha tratado de hacerla desaparecer por todos los medios a su alcance, que no son pocos.
Farha se estrenó en el Festival de Toronto en 2021. Se proyectó con gran éxito de crítica en festivales de cine de Italia, Corea del Sur, Suecia y Francia, y también se presentó en Rafah, la ciudad de Gaza y Ramala ante el público palestino. La película empezó a emitirse en Netflix, aunque de forma restringida en varios lugares debido a la presión del gobierno israelí.

La narración sigue a Farha (Karam Taher), una testaruda niña de 14 años que pide insistentemente permiso a su padre Abu Farha (Ashraf Barhom) para abandonar el pueblo, del que es alcalde, y asistir a la escuela en una ciudad cercana.

Al principio de la película, Farha le dice a su profesor de Corán que las mujeres deberían preocuparse menos por el matrimonio y más por la educación. En ese momento, los británicos se marchan y los pueblos árabes no tienen medios para defenderse de la invasión militar israelí. Varios gobiernos árabes han prometido armas y municiones.

Cuando Farha decide quedarse con su padre en lugar de huir al norte con la familia de su mejor amiga y prima Farida (Tala Gammoh), Abu Farha empuja a su hija a una bodega oculta y cierra la puerta para protegerla, prometiéndole que volverá. Farha, secuestrada en la oscuridad, recoge el agua de lluvia y se asoma entre las grietas de los muros de piedra mientras las bombas explotan en las inmediaciones.

Pronto, Farha es testigo de una escena bárbara. Una familia palestina busca refugio en casa de Farha. Poco después de que la madre dé a luz, los soldados israelíes asesinan a la familia, dejando a la recién nacida morir desatendida en el patio.

Las secuencias iniciales, pastorales y llenas de sol, dan paso rápidamente en Farha a una oscuridad abyecta captada eficazmente por la directora de fotografía Rachel Aoun. Farha lucha por orientarse, tanto en relación con sus condiciones físicas inmediatas como con la violencia fuera de sus húmedos confines. Ser testigo del brutal exterminio de la familia contribuye a destruir su inocencia y su infancia.
La joven actriz Karam Taher, que actúa por primera vez, se hace cargo de toda la película. Los personajes que vemos en la primera parte son meros secundarios de la historia y ella está perfecta en su interpretación de los estados de ánimo y físicos a los que está sometido su personaje.

La elección de Sallam de limitar la mayor parte de la perspectiva de la película a esa pequeña bodega es brillante; en cierto modo, se hace eco del debate circundante sobre el conflicto. La mayor parte de lo que el mundo sabe de Palestina es limitado debido a la censura, a la pérdida de registros y a que solo se conocen las historias de boca en boca de antepasados que sobrevivieron a duras penas. Por eso es importante que existan películas como esta, para que no se pierda la memoria de unos hechos que están en el origen de un conflicto atroz en el que los perdedores son casi siempre los mismos.

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