FORUGH FARROJZAD

(Teherán, Irán 1935 – Teherán, Irán 1967)

La poeta y cineasta iraní Foru­gh Farrojzad, es una de las poetas más influyentes del Irán contemporáneo. Fue una mu­jer admirable, no solo por la excelencia de su obra, sino también por su compromiso con la protesta y lucha esperanzada de su pueblo y de sí misma contra quienes -sea en nombre de dios, de la moral pública, de la historia o de la autoridad- quisieran mantener disciplinadas en su servidumbre a otras mujeres, a otros seres humanos, a cualquier individuo de la especie común. En Forugh, en su biografía y en sus poemas, latía el más sincero y libertario apa­sionamiento por la vida, en la que el amor rige el orden vivo del universo, sean el llanto de las nu­bes, la agitación épica de la tormenta, la bella frialdad de la nieve, la pasión sexual y erótica o la solidaridad social.

UNA AMARGA HISTORIA

Ni una triste ilusión que me contente,

ni un saludo, ni una palabra amiga,

ni una mirada que me escandalice,

ni una voz musical, bien acordada.

 

De la tierra de la luz, del amor, del dolor y la negrura,

una mujer partió de madrugada;

se arrastró, como un ave sin plumas que ha perdido el camino,

y cargó con su hato repleto de fatigas y zozobra.

 

Ni una triste lágrima derramó nadie por su ausencia.

No comprendió su idioma nadie.

No supo ver, la multitud indiferente,

que su canto era un himno a la nostalgia y la mugre.

 

Se fijó en unos ojos. Tal vez, tal vez encuentre

el lugar donde se ocultan el deseo y la esperanza.

Pecando, pecando le lanzó

sus miradas ardientes. Qué lástima.

 

Nada le dijeron salvo cosas lascivas.

Nada vieron en ella salvo su aspecto.

Nada susurraron en su oído salvo que la mujer

fue creada para la complacencia.

 

Una noche, gimiendo, cayó en brazos de alguien,

alguien a quien le dijo: “No te vayas!,

déjame que te mire hasta saciarme, hasta el último segundo”.

Pero la puerta se cerró, se fue el fantasma.

 

¿Por qué esperaba tanto de un amor absurdo?

¿Por qué buscó refugio en él?

¿Por qué al oído de un amante extraño

le susurró el secreto de su corazón?

 

¿Por qué, si ella era pura como el rocío

que cae en la trampa de la flor del sol,

cuando el sol se elevó al llegar el alba

la atrapó su deseo y la dejó sin vida?

 

Un trago fuerte había en la copa

que esperaba con ansia unos labios de fuego.

Si asomase un bebedor por el camino,

al instante la copa se iluminaría.

 

Una noche llegó a su fin su espera.

Sus labios se saciaron en las brasas de un deseo caprichoso.

¿Por qué quiso aquel hombre acabar con su existencia?

¿Por qué la abandonó

en las gotas de vino del borde de su copa?

 

Ahora solo ella y este silencio frío.

Ni un saludo, ni una palabra amiga.

Ni una voz musical bien acordada.

 

Hallamos este poema en la edición en español de “Eterno anochecer. Poesía completa” de Forugh Farrojzad. Edición y traducción de Nazanin Armanian (Gallo Nero Ediciones, 2019)

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