VI Época - 50

PALESTINOS ENCARCELADOS EN ISRAEL LLEVAN SEMANAS EN HUELGA DE HAMBRE

Los más de ellos en prisión durante meses y años sin conocer la causa

-¡si es que la hay, más allá de la voluntad del cruel verdugo de su pueblo!-

por la que fueron hechos prisioneros.

Muchas y graves son las razones que imponen a la clase trabajadora no poder desentenderse de lo que sufren sus compañeros, no sólo en su país, sino en el resto de las naciones y territorios por alejados que parezcan. Dicho de otro modo, sin una declaración por parte del sindicalismo de solidaridad internacional, asumiéndola como principio rector de su propia acción práctica, no hay posibilidad alguna de vertebrar en ninguna parte, ni siquiera localmente, un movimiento reivindicativo eficaz y persistente en pro de una sociedad mejor, más justa, más libre, más armoniosa.

Basándome en este principio -a mi entender evidente, pues está en el origen mismo del movimiento obrero, tras la constitución de la Asociación Internacional de los Trabajadores (1864, Londres)- es por lo que propongo a mis compañeras y compañeros de CGT-Pontevedra, expresar públicamente nuestra solidaridad y apoyo mutuo con los presos ‘administrativos’ palestinos en huelga de hambre desde hace semanas.

Al menos seis palestinos continúan este sábado, 25 de septiembre, en huelga de hambre, en protesta por su reclusión en cárceles israelíes sin juicio ni cargos. El Comité de Asuntos de Detenidos y Exdetenidos precisó en un comunicado que Kayed al Fasfous lleva 68 días sin ingerir alimentos; Meqdad al Qawasmeh, 61; Alaa al Araj, 43; Hisham Abu Hawash, 35; Rayeq Besharat, 30 y Shadi Abu Akar, 26.

Meqdad al Qawasme sufre graves problemas de salud debido a la protesta. Tras ser arrestado en enero último Qawasme fue internado durante seis meses bajo el concepto de detención administrativa (sin causa, sin otra explicación que la tortura cotidiana y el aislamiento) y cuando estaba a punto de terminar el plazo, las criminales autoridades israelíes renovaron la condena por otro medio año.

Cuestionado por violar el derecho internacional, el programa de detención administrativa permite el arresto de palestinos sin cargos ni juicio, por intervalos renovables que suelen oscilar entre tres y seis meses sobre la base de pruebas no divulgadas, que incluso el abogado del acusado tiene prohibido ver.

Sistemáticamente los habitantes de la franja de Gaza y Cisjordania que sufren ese inquisitorial programa-en la actualidad unos 540 prisioneros- realizan huelgas de hambre, en rechazo a su arresto indefinido. Según un informe divulgado en julio, los militares y policía israelí -amparada su impunidad por el corrupto sistema judicial y legislativo sionista- arrestaron en el primer semestre de 2021 a más de 5.400 palestinos, incluidos 854 menores de edad.

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