UNA PROPUESTA ANTIMILITARISTA, DIRIGIDA A LA CGT DE PONTEVEDRA
Ante la dramática situación que ahora mismo se vive, cuando la barbarie de la guerra destruye países enteros y escenifica sin pudor la matanza de decenas de miles de personas, el colectivo informal “Justo Fierro”, integrado en su gran mayoría por afiliados de la CGT de Pontevedra y colaboradores habituales de La Campana, considera que nuestro sindicato debe definir e impulsar lo más pronto posible una Campaña antimilitarista y contra la Guerra.
Desde hace años, la CGT de Pontevedra se comprometió en su rechazo a la guerra o al militarismo rampante en todo el mundo. En múltiples ocasiones realizamos manifestaciones, editamos publicaciones, redactamos manifiestos y suscribimos llamamientos contra la Guerra -esta misma semana, nos manifestaremos en solidaridad con Palestina-, sin embargo, cada vez resulta más evidente que esto ya no basta; no es suficiente con manifestar públicamente nuestro rechazo e indignación ante tan dramática situación. Es preciso que la clase trabajadora en su conjunto, también en Pontevedra, reconozca las fuerzas y agentes responsables directos de la catástrofe y que están detrás de todos y cada uno de sus episodios, para enseguida combatirlas en su raíz y razón de ser. Y, para ello, hay que organizarse.
A modo de primer ejemplo
El BBVA y Banco Santander ‘invirtieron” en los últimos años más de 8300 millones de dólares en fabricación de materiales para matar. Materiales que finalmente se usaron, llevando la muerte y la desolación a decenas de miles de hogares de diversas partes del mundo.
Hace ya algún tiempo, nueve organizaciones pacifistas y antimilitaristas españolas acordaron la celebración unitaria de la campaña “Banda Armada”, con el objetivo de denunciar los vínculos de los bancos convencionales con la industria del armamento, para sensibilizar la sociedad sobre la relación de estas prácticas financieras con las tragedias humanas y los conflictos internacionales.
La campaña “Banca Armada” señala las 100 instituciones financieras que más han financiado algunas de las principales empresas de armamento en todo el mundo, entre las que aparecen el BBVA y Banco Santander con más de 8.300 millones de dólares (5.000 millones $ el BBVA y 3.200 millones el Banco Santander) invertidos entre 2015 y 2019 en 15 empresas productoras de armas que, entre otros clientes, venden armamento a Arabia Saudí y a Emiratos Árabes Unidos, países implicados en la guerra del Yemen.
A modo de segundo ejemplo
Al menos 20 militares saudíes se desplazaron a España en 2018 y 2019 para ser entrenados y aprender a usar armamento de la consultora Everis, presidida por el exministro de Defensa español, Eduardo Sierra, y de la filial NTGS. Una vez entrenados en instalaciones del Ejército de Tierra, los soldados saudíes y las armas vendidas, fueron desplegados en la frontera yemení.
Cada pocos meses, tres o cuatro miembros militares saudíes tomaban un avión en Riad con destino al campo de maniobras de San Gregorio, situado en Zaragoza, propiedad del Ejército de Tierra, dónde recibieron entrenamiento militar por parte de dos empresas privadas, Everis y NTGS, que venden armas al régimen saudí (250 morteros y 175.500 proyectiles explosivos, por valor de 88,8 millones de euros), cuando ya la ONU venía pidiendo a todos los Estados que se abstuvieran de mandar armamento a Arabia Saudí. Una vez entrenados, los saudíes fueron destinados a Yemen, donde actualmente se disparan contra la población civil morteros de fabricación española en una guerra atroz que se ha cobrado más de 230.000 muertos, según la ONU.
A modo de tercer ejemplo
Trabajadores portuarios italianos frenan la estiba de un arsenal de guerra con destino a Israel, negándose a cargar el barco en apoyo a la población palestina.
El 14 mayo un barco de la Asiatic Island llegó al puerto italiano de Livorno. Gracias a un informe del Colectivo Autónomo de Trabajadores Portuarios de Génova y de la asociación WeaponWhath, La Unión Sindical de Base supo que en su interior había contenedores cargados con armas y explosivos que se dirigían al puerto israelí de Ashdod, para ser utilizados contra la población palestina. Los trabajadores portuarios de aquella organización sindical, decidieron entonces paralizar la estiba y negarse a cargar el material bélico.
Propuesta de “Justo Fierro” a CGT Pontevedra
Sobre la base de estos tres ejemplos y de otros muchos que se vienen recogiendo en las páginas de nuestro semanario La Campana, el colectivo “Justo Fierro” propondrá a CGT de Pontevedra la elaboración de una Campaña antimilitarista propia que, entre otras medidas, combata la asociación cómplice de las entidades bancarias de nuestra ciudad con el horror de la guerra y la miseria, visibilice la participación de las unidades militares de Figueirido (Pontevedra) en maniobras y operaciones bélicas internacionales, sean bajo el mando de la OTAN o de la UE y que anime a los trabajadores de los puertos de Vigo y Vilagarcía a permanecer vigilantes sobre la naturaleza y destino del posible cargamento militar de los buques que lleguen.