La CGT de Pontevedra en solidaridad con Palestina
Este viernes, 17 de julio, la CGT de Pontevedra celebró en una céntrica plaza de la ciudad, Pza. de la Peregrina, una Concentración-Punto informativo, en solidaridad con el pueblo palestino. En el acto participaron una veintena de compañeras y compañeros, que atendieron el Panel – Exposición, sostenían las pancartas centrales “Contra a guerra. Non ó xenocidio de Palestina” y “No al genocidio de Palestina: Les roban, les provocan, les humillan y los matan. ¡No en nuestro nombre! ¡Israel, asesino!” e informaban, micrófono en mano, a los pocos asistentes que acudieron al llamamiento.
Esta fue la triste realidad del día.
Pese a que el llamamiento de la CGT de Pontevedra a la participación, realizado en régimen de autoconvocatoria para todos los que compartiesen el rechazo al crimen sionista, se venía dirigiendo desde bastantes días atrás, al conjunto de la sociedad de Pontevedra y, específicamente, a las organizaciones, colectivos y entidades del movimiento social más reivindicativo, lo cierto es que fueron muy pocas, por no decir apenas algunas personas, las que se acercaron y atendieron la lectura del manifiesto. Ninguna organización ni colectivo ni grupo, todos desaparecidos, salvo la CGT, en este marasmo de silencio, tristeza y abúlica servidumbre que aplasta la vida y humilla la conciencia social.
Por otra parte, el desprecio de las autoridades municipales fue tal que, aún cuando la concentración había sido formalmente comunicada a la Subdelegación del gobierno, en el mismo momento que se procedía a la lectura del manifiesto, pasaron por medio de la plaza dos grupos de comparsas contratadas por el Concello, tocando y haciendo festivo bullicio, obligando a interrumpir el acto. Todo ello, ante la mirada complaciente y risueña de los agentes municipales, que, al menos teóricamente, estaban allí para velar por el cumplimiento del derecho de manifestación y expresión.
Entre todos, debemos hacer una reflexión sobre lo que en realidad ocurre y en cómo afrontar esta inventada “nueva realidad”, tan vieja como viejos son la docilidad y el miedo al servicio del poder. No olvidamos que hace más de 2500 años, se escribió y representó, una de las obras cumbres de la humanidad, “Antígona”, en la que la joven heroína desafió al poder inhumano del dictador, quien le había prohibido bajo amenaza de muerte, velar, asistir y cubrir con el manto de su duelo y respeto fraterno el cadáver de su hermano.