VI Época - 16

HACIA UNA SANIDAD PÚBLICA Y SOCIAL

Concentración en Pontevedra

Las organizaciones sindicales y sociales, CGT, CO.BAS, MODEPÉN y PROSAGAP, respondiendo al llamamiento unitario de la Plataforma CAS, llevaron a cabo este sábado, 17 de octubre, una concentración en la Plaza de la Peregrina de Pontevedra, que logró reunir a cerca de 200 personas, pese a las dificultades del momento. En el curso del acto, intervinieron los representantes de cada una de las organizaciones convocantes. Reproducimos el texto leído por el Secretario general de CGT-Pontevedra, Miguel Ángel Cuña.

Estamos en esta Plaza pontevedresa, para dar testimonio una vez más de nuestra permanente reivindicación. En primer lugar, para exigir unos Servicios Públicos universales, gratuitos y de calidad coherente con las necesidades que cubren. En segundo lugar, en reclamación del disfrute colectivo y universal de los bienes y la riqueza socialmente construidos.

Defendemos hoy la Sanidad Pública, como en otras jornadas y hoy también, defendemos la Educación Pública, el Sistema Público de Pensiones, el Sistema Público de Dependencia, o el Sistema Público de reparación y solidaridad a toda víctima de una injusticia…, pues sobre su cumplimiento, sobre la excelencia de la gestión en cada uno de ellos, ha de vertebrarse la sociedad más justa y libre a la que aspiramos.

Sobran los motivos para que los ciudadanos de Pontevedra estemos hoy aquí, secundando la convocatoria unitaria de CGT, CO.BAS, MODEPËN y PROSAGAP y de la Plataforma CAS, pues como señala el manifiesto que las impulsó, “cuando llevamos casi 8 meses dese el inicio anunciado de la pandemia… nos volvemos a encontrar con un sistema sanitario al borde del colapso, lo que traerá nuevas muertes evitables, que como siempre padecerán más la clase trabajadora y los sectores excluidos”.

CGT-Pontevedra viene reivindicando desde su constitución la defensa de los servicios públicos y en particular de un Sistema Sanitario verdaderamente Público y Social, que ahora no existe.

No existe porque el conjunto de los Centros sanitarios privados, se rige en el trato a los enfermos y usuarios por el principio de rentabilidad y beneficio económico para sus inversores. Para los propietarios de estos Centros, la salud de la población no es un fin en si mismo, sino su particular negocio y la atención que prestan -por muy alta que sea su calidad técnica y profesional- está siempre sometida al dinero que ha de llevar encima el cliente antes de ser atendido.

Pero si no existe un Sistema de Salud verdaderamente Público y Social que afecte a los Centros de la Sanidad Privada, tampoco lo hay en aquella parte del Sistema nacional de Salud bajo titularidad y gestión directa del Estado o Comunidades Autónomas y, mucho menos todavía, lo hay en aquellas centros, instalaciones, dependencias y servicios de los que siendo propietario titular el Estado, éste los transfiere y privatiza en favor de empresas privadas, con frecuencia asociadas a fondos buitre y grupos financieros del capitalismo más rapaz.

Baste para reconocer esta obviedad de la inexistencia real de un Sistema sanitario Público -por más que su propietario titular sea el Estado- con observar la política sanitaria que se dicta desde las más altas representaciones del Estado: el Gobierno y el Parlamento.

Basta con leer sus Leyes -por ejemplo la Ley 15/1997 o el artículo 90 de la Ley General de Sanidad- para reconocer cómo desde ellas se impone una gestión cotidiana en la que priman los criterios mercantiles y económicos, por encima de las exigencias y necesidades sanitarias, en la que priman los criterios jerárquicos y de la burocracia, sobre los de participación y horizontalidad pública, o cómo priman los criterios de propaganda y eficiencia electoral sobre los que exigirían los avances en la Investigación científica y la Práctica bio-sanitarias.

Es desde esa Política de Estado que se está produciendo el desmantelamiento programado, más o menos lento pero inexorable, del Sistema de Salud en todo el territorio. Es desde esa Política de Estado que se impone “la mercantilización global de la Sanidad”, “las privatizaciones aceleradas de las partes rentables de los sistemas de salud” o la “implantación cada vez mayor de mecanismos de la empresa privada, basada en el ánimo de lucro, en los sistemas estatales sanitarios, lo que genera deterioro de la calidad asistencial e incremento de los costes”.

El resultado práctico e insufrible de la actual legislación estatal y de la gestión que la sigue es, precisamente, el deterioro global del Sistema Sanitario que sufren las sociedades pontevedresa, gallega o española: infrafinanciación generalizada, muy por debajo de lo usual en la Unión Europea; deterioro de la Atención Primaria, cada vez más relegada económica y gerencialmente; disminución acelerada y generalizada de las infraestructuras sanitarias, servicios y camas en relación a las necesidades de atención de la población en las áreas de Pontevedra y Salnés; insuficiencia de plantillas en los centros Hospitalarios y de atención pontevedreses; precariedad laboral y uso y abuso de la contratación en fraude de ley en toda la provincia; mercantilización global de los sistemas sanitarios y de la investigación; desvío de pacientes y servicios propiamente sanitarios a entidades privadas; concesión a empresas privadas de servicios públicos del ámbito sanitario, tales como limpieza, cocina o mantenimiento, gestión de la historia clínica, etc, etc.

Por estos motivos, cargados de justa razón y verdad solidaria, estamos hoy aquí, defendiendo la Sanidad Pública, frente a quienes pretenden desmantelarla, unas veces a la chita callando y otras con descarnado vocerío neoliberal.

¡Por la Sanidad Pública,

  • ¡Derogación de la Ley 15/97 y del art. 90 de la Ley General de Sanidad! ¡Nunca más privatizaciones, ni mercantilización de la salud! Reversión de todos los recortes habidos.

  • Fin de la precariedad laboral y de la contratación en fraude. Ampliación de plantillas y servicios sanitarios.

  • Reforzamiento, impulso e incremento presupuestario de la Atención Primaria, centrada en la salud. Una partida presupuestaria para la sanidad pública que se equipare a la media de la UE, destinando un 25% a la Atención Primaria

  • Por una industria sanitaria, farmacéutica e investigación bio-sanitaria públicas.

  • Sanidad para todas las personas, independientemente de su situación administrativa.

  • Cuidados de nuestros mayores con dignidad y atención adecuada a sus necesidades.

  • Por un sistema sanitario centrado en los determinantes sociales de la salud y de la enfermedad, universal, gratuito y de calidad en el momento de la prestación.

  • Medidas para garantizar la salud y la seguridad de la plantilla, tanto ante el coronavirus, como en su labor diaria.

¡Defensa de la salud pública, hacia un Sistema sanitario público y social!

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