VI Época - 20

SEGUNDO ACCIDENTE LABORAL MORTAL EN EL PUERTO DE MARÍN EN DIEZ DÍAS

Fallece Eusebio A.R., patrón del remolcador “Gaivota” durante un remolque

La semana pasada (La Campana, VI Época nº 19, del 10.11.2020) escribíamos en el editorial: “En apenas diez días se produjeron en Galicia al menos tres accidentes laborales mortales, uno de ellos en el Puerto de Marín, sin que los medios de comunicación apenas los registrasen o, si acaso, los relegasen a sus ediciones y páginas locales. Y, sin embargo, nada más real y cotidiano en España y en Galicia que esta violencia homicida -gratuita, por evitable en la mayor parte de los casos-, que arrebata cada año la vida a cientos de trabajadores y a miles deja mutilados o incapacitados por largos años, sino definitivamente”.

Apenas diez días después, 13 de noviembre, el Puerto de Marín, es testigo de un segundo accidente laboral mortal, al volcar el remolcador en aguas frente al litoral de Mogor mientras ejecutaba maniobras de remolque de un buque congelador que debía salir del puerto.

El accidente, cuyas circunstancias está investigando ahora la Guardia Civil, se produjo cuando cerca del mediodía dos de los remolcadores de la empresa adjudicataria de este servicio (Amare Marín) realizaban labores de arrastre de un buque congelador que había salido de un astillero del puerto. 

Uno de los remolcadores iba situado a proa de este buque congelador y el otro a popa. Aunque las causas del siniestro deberán ser confirmadas por la investigación oficial, una de las hipótesis que se barajan es que el siniestro se produjo cuando el buque congelador, que supuestamente navegaba remolcado y con la hélice desembragada, ésta se activó por causas que se desconocen y el buque comenzó a dar marcha atrás de tal forma que se habría producido el hundimiento del remolcador que se encontraba detrás suya.

Esta es la principal hipótesis, al menos, la que trasladaron varios testigos y operarios a la propia empresa propietaria de los remolcadores. Esto provocó que el remolcador, llamado “Gaivota”, volcase y quedase prácticamente sumergido, tan solo quedando la proa en la superficie.

En el remolcador viajaban dos tripulantes, el fallecido Eusebio A.R., vecino de Marín de 53 años, mientras que su compañero logró salir por sus propios medios del barco al arrojarse al agua, en donde fue rescatado por los buques que se desplazaron hasta la zona. El fallecido quedó atrapado en el interior del remolcador, del que era el patrón. Finalmente, su cuerpo pudo ser rescatado y trasladado a tierra por una embarcación. Allí, equipos sanitarios del 061 realizaron maniobras de reanimación, pero todos los intentos por salvarle la vida resultaron infructuosos.

Al lugar del suceso se desplazaron efectivos de la Guardia Civil, que se ha hecho cargo de la investigación, así como de Salvamento Marítimo, Guardacostas, Policía Nacional y Local, Protección Civil y también de la Autoridad Portuaria de Marín. Que se sepa, durante las operaciones de rescate no apareció la Inspección de Trabajo, ante quien sí puede y, en todo caso, debe reclamarse su intervención.

Ante esta sangría reiterada, ¿Qué cabe hacer? ¿Qué responsabilidad cabe exigirnos a la propia clase trabajadora? No nos cabe más que repetir las advertencias realizadas por CGT de Pontevedra hace una semana:

“En primer lugar, tomar conciencia de las causas primeras y principales que están detrás -cuando no los provocan directamente-, de la mayoría de los accidentes laborales: las deficientes condiciones de trabajo, la precariedad, la amenaza del paro, las cadenas de subcontratación laboral en condiciones cada vez más míseras, el descuido inducido de los protocolos y equipos de protección y, claro está, la omisión por la empresa de la obligación inexcusable de ofrecer la información y formación en materia de seguridad laboral adecuada a la tarea y proporcionar todos los medios materiales y organizativos para cumplirla.

En segundo lugar, tras la conciencia cabal del problema: la movilización y la lucha para acabar con esos males homicidas y mutiladores. Contra el paro, la precariedad, la subcontratación en cadena, la preminencia del beneficio empresarial sobre la salud del trabajador, la desinformación, los ritmos de trabajo insufribles y fatiga, el descuido interesado, etc, etc. ¡Por unas condiciones laborales, económicas y sociales dignas, en defensa del trabajo, el bienestar y la vida!”.

CGT de Pontevedra y las Secciones sindicales de CGT-Pontevedra de cada una de las empresas del Puerto de Marín -Estigal, Ceferino Nogueira, Galigrain, Dobomar y Autoridad Portuaria- manifiestan su solidaridad y apoyo a la familia de Eusebio, compartiendo el dolor y preocupación que embarga a todos los trabajadores del puerto.

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