VII Época - 4

FORT BENNING CAMBIA DE NOMBRE

A partir de este verano de 2023, la famosa Academia de formación de asesinos y torturadores estadounidense de “Fort Benning”, sede del Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad (WHINSEC) / Escuela de las Américas, pasará a denominarse “Fort Moore”, sin que ello suponga cambio alguno en su histórica actividad ‘educativa’, destinada al adiestramiento de ‘alumnos’ en las artes de la tortura, el asesinato impune, la obediencia sicaria al servicio del terrorismo de estado pro-estadounidense y la organización de matanzas y tácticas criminales camufladas como contraguerrilla.

Quizá -ni siquiera esto es seguro- las autoridades utilizarán la ceremonia de cambio de nombre de la sede de la Academia para intentar blanquear el pasado, pero nada cambiará de su horrible función. Pues todo el complejo -el Instituto / Academia y el edificio cuartelero que le sirve de alojamiento y protección armada- es un accesorio macabro de la maquinaria imperial de EE UU, cuya mera existencia representa una injuria a los centenares de miles de víctimas de las dictaduras en Latinoamérica, muchas de ellas todavía vivas tras haber sido torturadas, violadas o mutiladas por “alumnos y profesores” de la “Escuela de las Américas”.

Clientes y becados de Fort Benning

Desde la década de los 40 del pasado siglo hasta la actualidad se han formado en sus ‘aulas’ más de 60.000 “graduados”, allí enviados por gobernantes de todo Latinoamérica, que abonarán al ejército de EE UU la factura de tan cruentos pupilos. Serán los jefes de sus ejércitos, la canalla dispuesta a torturar, violar, mutilar y masacrar a su propio pueblo, según lo dicten los intereses de las compañías norteamericanas y, en general, de los poderosos adinerados y las oligarquías, sean “nacionales” o “extranjeras”.

Citamos a algunos de los más célebres “alumnos”: general Pinochet (dictador en Chile), Noriega (dictador de Panamá), general Hugo Banzer (dictador de Bolivia), generales Viola, Videla y Galtieri (golpistas argentinos), Anastasio Somoza (dictador en Nicaragua), Carlos Humberto Romero (dictador en El Salvador), Juan Melgar y Policarpo Paz (dictadores en Honduras) … y cientos de capitanes, sargentos y policías militares, jefes de escuadrones de la muerte, etc, responsables de atrocidades indescriptibles a lo largo y ancho del continente latinoamericano.

Distintos nombres, la misma infamia

La Escuela de las Américas abrió́ por primera vez sus aulas en Panamá́, el año 1946, cuando comenzó el uso de “guerrilleros” prisioneros para que los sicarios locales practicasen de la mano de expertos profesores yanquis el “arte de obtener el máximo de información, antes de que el individuo interrogado muriese y, en consecuencia, resultase inservible desde el punto de vista militar”.

Durante el traslado desde Panamá hasta EE UU, los responsables de la “Escuela” prefirieron mantenerle el mismo nombre, hasta que las denuncias de lo que allí dentro sucedía impusieron al presidente Clinton la necesidad de cambiárselo. Fue aquella, como lo es ahora, una operación de cosmética. Le dieron el nombre oficial actual de “Instituto de Seguridad del Hemisferio Occidental”.

Tortura y finanzas. El hombre del maletín y el hombre de la picana

No toda cátedra de Fort Benning fue y es de sangre y picana. Con frecuencia desembarcan en la Escuela como conferenciantes ocasionales conocidos economistas neoliberales, directivos de las multinacionales implicadas en el saqueo de Latinoamérica y la explotación de sus gentes, altos cargos del Fondo Monetario Internacional. Incluso hay asignaturas específicas sobre las bondades del sistema capitalista americano y la utilidad de servirle sin demasiados escrúpulos. Todo un ejemplo del maridaje Empresa-Estado que, en este caso, garantiza la inmisericorde explotación y opresión de Latinoamérica.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *