VII Época - 3

UN BLANCO FÁCIL

Título original: La syndicaliste

Año: 2022

Duración: 122 min.

País: Francia

Dirección: Jean-Paul Salomé

Guion: Fadette Drouard, Jean-Paul Salomé. Libro: Caroline Michel-Aguirre

Reparto: Isabelle Huppert, Grégory Gadebois, Pierre Deladonchamps, Alexandra Maria Lara, Marina Foïs

Música: Bruno Coulais

Fotografía: Julien Hirsch

Que las historias reales son a menudo mucho más inverosímiles que las inventadas queda demostrado una vez más en el excelente thriller político Un blanco fácil.

Una brillante Isabelle Huppert interpreta el papel de Maureen Kearney, una mujer de ascendencia irlandesa que se convirtió en la principal sindicalista de la empresa estatal nuclear francesa Areva a principios de la década de 2000. Kearney es una mujer fuerte que sabe defender los intereses de decenas de miles de empleados de Areva en todo el mundo, y que se ha forjado las conexiones adecuadas para hacerlo: tanto el número de Sarkozy como el de François Hollande están en su teléfono móvil, y no teme utilizarlos si lo cree necesario.

Sin embargo, la historia de Kearney da un giro brusco cuando los poderes fácticos dejan de lado a la directora general de Areva, con la que tiene una buena relación, y la sustituyen por Luc Oursel, un cascarrabias testosterónico y políticamente cabreado. Su fría relación con Oursel hace que Kearney se vea paso a paso más enredada en una lucha de poder con la clase dirigente francesa, predominantemente masculina, especialmente cuando un informante anónimo le proporciona documentos explosivos sobre un oscuro acuerdo nuclear con los chinos que apesta por todos lados y podría poner en peligro miles de puestos de trabajo en Europa.

Lo que empieza con llamadas telefónicas anónimas amenazadoras e insinuaciones indisimuladas para que no se meta donde no la llaman culmina en un atroz ataque en su propia casa: Kearney es asaltada, golpeada y violada por un hombre enmascarado. Desgraciadamente, esto no es más que el principio de su pesadilla, ya que, tras la “investigación”, la policía llega a la absurda conclusión de que ella misma lo montó todo y que, por lo tanto, no es una víctima, sino la autora de su propia violación. Por supuesto, la empresa aprovecha la oportunidad para deshacerse de ella y hace todo lo que puede para desacreditarla mediante una campaña en los medios de comunicación. El resultado fue que en 2017 fue juzgada y condenada a pagar una cuantiosa multa por hacer perder tiempo a la policía, lo que la obligó a emprender una lucha incansable para limpiar su nombre.

Un blanco fácil es una historia tan inverosímil que, de no ser por la mención “basada en hechos reales” en los títulos de crédito, todo el mundo se habría reído de ella por considerarla una fantasía descabellada. Incluso ahora, más de 10 años después de los hechos, muchas cuestiones en torno a este caso están aún lejos de aclararse, pero el director Jean-Pierre Salomé ha hecho de él, gracias sobre todo a la magnífica Isabelle Huppert y al solvente reparto que la acompaña, un homenaje cinematográfico muy convincente a una mujer extremadamente valiente que recibió un trato escandaloso y una exposición descarnada de los oscuros manejos del poder y los prejuicios misóginos de la sociedad.

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