VII Época - 4

EO

Título original: EO

Año: 2022

Duración: 88 min.

País: Polonia

Dirección: Jerzy Skolimowski

Guion: Jerzy Skolimowski, Eva Piaskowska

Reparto: Sandra Drzymalska, Lorenzo Zurzolo, Mateusz Kosciukiewicz, Isabelle Huppert

Música: Pawel Mykietyn

Fotografía: Michal Dymek

El veterano director polaco Jerzy Skolimowski formó parte de la nueva ola del cine de su país en los años 60 y creó obras maestras como La partida (1967), en las que tiró por la borda las convenciones narrativas y de producción, cultivó el anarquismo creativo y narró el destino de astutos artistas de la supervivencia al margen de la sociedad. Con los medios más sencillos, creó historias sobre delincuentes de poca monta que daban tumbos, parábolas políticas oníricas o poderosas narraciones del destino que ponían el mundo patas arriba en el cine.

Lo mismo ocurre con EO y su protagonista. La película cuenta simplemente las desventuras de un burro llamado Eo, una especie de remake del clásico de Robert Bresson Au hasard Balthazar (1966). La historia se inicia con el burro Eo llevando una existencia feliz en un circo donde mantiene una relación íntima con la domadora Kasandra. Su caída en desgracia comienza cuando unos bienintencionados defensores de los derechos de los animales liberan al burro del circo y, a partir de entonces, pasa de un amo a otro y, aunque parece que su suerte va a mejorar al principio de cada episodio, al final siempre acaba tirando de un carro, siendo conducido y azotado porque la gente pierde la paciencia cuando no quiere hacer lo que le ordenan.

La película está narrada siempre desde la perspectiva de Eo y, en consecuencia, prescinde casi por completo de los diálogos. En su lugar, se escuchan todo tipo de sonidos de animales en una sofisticada banda sonora: el zumbido de las hormigas arrastrándose sobre el tronco de un árbol, el ulular de un búho en el bosque, los ladridos de los perros en los patios, el chillido estridente de las feas hienas y el relincho ensordecedor de los caballos en un prado.

Es bastante inusual seguir la percepción de un burro en un largometraje y aceptar a un animal como figura de identificación. Esto cambia nuestra forma de ver el mundo: los animales son siempre los primeros en ocupar el centro de las escenas. En este universo, los humanos no son más que un fenómeno marginal, un entorno difuso, aunque tengan en sus manos el destino de los animales. Se muestran ruidosos y brutales (sabemos del sensible sentido del oído de los animales), incluso los objetos despiertan más empatía que las criaturas de dos patas.

Ante todo, EO es un encendido alegato a favor del respeto a los animales. Es conmovedor, a veces llamativo, a menudo inquietante. Pero, sobre todo, parece muy natural cuando los animales empiezan a comunicarse entre sí a través del montaje y se produce el cambio de perspectiva. En ningún momento se cae en la tentación de humanizarlos como es habitual en este tipo de películas.

A diferencia de las fábulas sobre animales, en EO no se imponen un nivel alegórico ni parábolas sociopolíticas. Al contrario, Skolimowski cuenta su historia de forma bastante literal. Así, en su obra tardía, se atreve una vez más a atacar al sistema imperante y vuelve a situarse en la punta de lanza de un cine político que ensarta los problemas narcisistas y las crisis globales del omnipresente crepúsculo humano.

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