VI Época - 39

BENJAMÍN PRADO

(Madrid, 1961)

Dice uno de los aforismos de Benjamín Prado: “El conformista siempre cede a la tentación de lo conocido”. Y en la conferencia ‘Cambia el silencio por lo nunca dicho’, expresó: «El gran poema no cuenta, inventa; no describe, altera nuestra idea de aquello que nombra. El gran poema es un espejo, puede contar la historia de quien lo escribe a condición de que cuente también la de quienes lo leen. Un poeta puede ser cualquier cosa menos conformista: su trabajo es llevar el lenguaje donde nunca había estado, sustituir el silencio por lo nunca dicho”. Y antes, en este poema de 1987, plasmó:

LOS CONFORMISTAS

Los poetas vivimos, comprendedlo,

muy bien, aquí en España.

La socialdemocracia nos ofrece su casa,

homenajes a muertos prohibidos

en los tiempos de Franco,

libertad de expresión, invitaciones

del Ministerio de Cultura para ver

obras de teatro

el día de su estreno y desde un palco

junto a otros famosos.

 

No podemos quejarnos, desde luego.

No tenemos derecho.

Podemos, eso sí, hacer libros, contaros

con violenta mesura;

encabezar las manifestaciones

de apoyo a vuestra causa

o solidarizarnos

con vuestra lucha, todos

los martes de ocho a nueve de la noche

en las tertulias que, de todas formas,

ya no son lo que eran.

 

¡Pobres gentes -pensamos- admirables!

Y, mirando a lo alto,

diciendo:

“Que no vuelvan, al menos, a España los de antes”,

los revolucionarios

damos gracias al cielo.

 

Encontramos este poema “Los conformistas” en la antología “1917 versos”, publicada en Ediciones Vanguardia Obrera (Madrid, 1987)

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *