MARCIO VELOZ MAGGIOLO
(1936, Santo Domingo – 2021, Santo Domingo)
El poeta, escritor y antropólogo dominicano representa en su juventud la reacción a los escritores de la llamada ‘promoción del 48’, que defendían una poética de lenguaje hermético.
EL PALACIO DE JUSTICIA
He mirado, y no tiemblo, pero juro que nunca estaré en él.
Tiene una pena honda de anaqueles cargados de dolor.
Es de justicia, no de concreto armado, es de justicia
y allí se teje el luto de los que no aportaron pruebas,
de los siempre en proceso,
de los damnificados por el miedo,
de los entreverados por el odio.
De los que tienen mantos muy oscuros
para dar claridad de años sin vida
y prisiones enormes.
Cuanta justicia se hace a la injusticia
levantándole estantes y palacios.
Yo he visto a los más jóvenes
con las vértebras rotas por las manos de un juez
que respira hondamente su gran sabiduría
y su figura honorable y amada.
Porque el ajusticiado no tiene miedo al miedo
sino a la cruel balanza con que miden la vida
y que no pesa siempre perfectamente.
Cualquier pieza de menos la inclina y desnivela.
Cualquier moneda grande la inclina.
Cualquier saludo afable envuelto en la amenaza, la inclina.
Cualquier beso lejano prometido en un lecho, la inclina.
Cualquier estupidez de un juez hato de jueces, la inclina.
Cualquier viento de duda,
cualquier hoja,
cualquier cabello leve,
cualquier nada
la inclina.
Este es el palacio de la justicia.
Aquí comienza el hombre a percibir la muerte plenamente.
Aquí están los barrotes en potencia esperando la víctima,
y la voz de los jueces tiene sabor a cárcel
y aprisiona como una cuerda más atada al alma.
Encontramos este poema de Marcio Veloz en el libro “Antología mayor de la literatura dominicana (siglos XIX-XX). Poesía II”, preparada por Manuel Rueda para Ediciones de la Fundación Corripio, Inc. (Santo Domingo, 1999)