VII Época - 7

JORGE ENRIQUE ADOUM

(Ambato, 1926 – Quito 2009)

Como al poeta, quizá también el cuerpo del ahogado que llega desanclado a las playas del Sur nos sea conocido … quizá tan nuestro que veamos su reflejo ante el espejo.

EL AHOGADO

 El cuerpo que entregó el mar a la playa

me era moralmente conocido.

Ha venido cadáver hace tiempo,

quiero decir viviendo, desde otro

apellido.

Hacia dónde dónde

y, sobre todo, para qué.

Quién

es el muerto, el montón de lo sido,

N.N. sin dato ni aves tías

que convoquen a la Corte, picoteen

los bolsillos.

Haber visto sus ojos

boquiabiertos, muerto por desanclado,

porque bailaba el vals a duras penas,

haber muerto defendiendo una aritmética

justa en la que 3 × 9 no podían

ser sino solamente 25.

 

Haber venido a parar en tan morado

mi querido cadáver. Tan mío

que lo vi cuando me peinaba en el espejo

preguntándome cómo me ha ido.

No tan bien como a él, después de todo.

 

(La campana, cuando anuncia su llegada,

golpea con un pez triste de óxido.)  

 Recogemos este poema, ‘El ahogado” del poeta ecuatoriano Jorge Enrique Adoum, en el libro Los cuadernos de la tierra (Editorial Ultramarinos – Barcelona 2016)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *