Editorial

A iniciativa de la red internacional de Fridays For Futur, el 25 de septiembre se celebró la Jornada de Acción global por el Clima. Quizá por las restricciones asociadas a la pandemia -aunque no, evidentemente sólo por esta causa- la movilización apenas tuvo eco, ni siquiera en el reducido número de ciudades y países que llegó a celebrarse. También en España.

La CGT de Pontevedra ha venido manifestando su criterio sobre esta cuestión, tras constatar una evidencia clamorosa: están el planeta Tierra, la naturaleza y los seres que la habitan en inminente peligro, a consecuencia de la emisión por la industria de cantidades ingentes de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático y el calentamiento de la biosfera.

¿Quiénes son los responsables de esta situación? ¿Cómo podremos atajarla primero y, enseguida, revertirla, pues la magnitud del desastre es de tal envergadura que ambas intervenciones son ya inaplazables?

La respuesta a la primera de estas preguntas es palmaria: La actividad industrial y productiva, tal y como está diseñada y ejecutada a la par y en mutuo acuerdo por el régimen capitalista y las organizaciones políticas nacionales (los Estados) y supranacionales (ONU, G7, G8, UE, etc) es, en términos planetarios, suicida.

Efectivamente. El Cambio climático es uno más -¡uno entre otros, no menos dramáticos, intensos y de urgente solución!- de los graves problemas a los que hemos de enfrentarnos las generaciones actuales y futuras, pues sus efectos inmediatos sitúan en grave riesgo de destrucción la delicada capa de la biosfera terrestre, esto es, el hábitat natural que la especie humana ha de compartir con los demás seres vivos y, sin el cual, no hay sobrevivencia posible. El Cambio climático nos sitúa también frente a una multiplicidad de problemas conexos (desertificación, empobrecimiento de los suelos, agotamiento de los recursos biológicos y geológicos, pérdida de la biodiversidad …) que están afectando ya a grandes sectores de la clase obrera, campesina y pescadora en todo el mundo.

No obstante, la constatación histórica y racional de que ninguno de los graves problemas que aquejan a la humanidad -tampoco éste- puede ser solucionado mientras esté vigente la dictadura del régimen de Economía Política capitalista, no puede servirnos a las organizaciones sindicales de coartada para dejar de luchar cada día contra las agresiones concretas. En este sentido, la CGT de Pontevedra ha venido redactando una guía y una tabla reivindicativa para la acción sindical, que en este editorial de La Campana resumimos en nueve puntos:

1.- Combatir, mediante la desobediencia civil, el boicot y la conciencia pública, el régimen económico-político del capitalismo y el autoritarismo estatal, verdaderos cánceres que minan y destruyen el cuerpo social y nos abocan al desastre planetario actual. Todo ello en aras de una sociedad justa, en la que la riqueza socialmente producida sea colectiva y universalmente disfrutada, sin desigualdades ni jerarquías.

2.- Las medidas que palíen y eviten el Cambio climático y sus dramáticas consecuencias sobre la vida y la salud, han de ser asumidas económica, técnica y socialmente por sus responsables (empresas y gobiernos) y no por la clase trabajadora.

3.- Toda propuesta empresarial o gubernativa que quiera aplicarse ha de garantizar, en todo caso, el trabajo a las plantillas afectadas (de la empresa matriz y, en su caso, contratas y subcontratas) y en la comarca.

4.- SI al transporte público, colectivo y social, cercano y vertebrador del espacio urbano y rural, alimentado con fuentes de energía limpias, no contaminantes y libre de emisiones dañinas.

5.- SI, a la recuperación del bosque primario y floresta originales y su aprovechamiento con gestión sostenible, basada en criterios de disfrute social y riqueza colectiva y no de beneficios privados o empresariales. NO al actual modelo forestal y práctico monocultivo del eucalipto.

6.- Impedir que llegue a los ríos, estuarios, rías y mar, cualquier efluente contaminante. Riguroso control público de todas las emisiones de gases y partículas a la atmósfera, por parte de centros industriales, instalaciones y edificios públicos o privados.

7.- SI, a una agricultura respetuosa con el ambiente, enriquecedora del suelo y responsable de la biodiversidad. Impedir la producción, comercialización y uso de plaguicidas y pesticidas extensivos o ficciones genéticas empobrecedoras, con poder contaminante o biocida.

8.- Exigir la descarboxilización de todo tipo de industrias e instalaciones. Renunciar a los combustibles fósiles como fuentes de energía principal.

9.- Participar en todas las movilizaciones contra el Cambio climático y sus consecuencias, siempre y cuando, podamos participar en ellas manteniendo nuestro criterio y haciéndolo público. No al ecologismo y plataformas institucionales, que promueven el pacto entre Capital Estado, bajo la mediación de la ONU y sus organismos.

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