Editorial
La propaganda oficial de la Unión Europea proclama que el Pacto Verde Europeo (PVE) se situará como el elemento central de la recuperación económica post-pandemia, dotándolo con la importante cifra de 750.000 millones de euros a través de los fondos Next Generation EU, de los que unos 140.000 millones llegarán a España.
¿Qué realidad encubre esta declaración de bella apariencia y contundente regalía?
Por ejemplo ¿Quién diseñará el Pacto Verde -agenda, plazos y objetivos- y será el destinatario de los abultados fondos públicos asignados para su cumplimentación?
Según el propio comisariado de la UE, no puede haber dudas al respecto. De nuevo, el sempiterno contubernio, mediado por el Sistema financiero internacional, entre la clase política dirigente de la Unión Europea y las empresas industriales, fundamentalmente del sector energético y agropecuario.
Dicho de otro modo, diseñará, programará, fiscalizará y ejecutará el Plan Verde Europeo el mismo Cónclave Mafioso -lobbys industriales presentes en Bruselas + sus ‘contactos’ a sueldo en el seno de la administración europea- responsable absoluto de la situación en que ahora está el planeta: cambio climático, contaminación planetaria, devastación de la biósfera y agotamiento de los recursos naturales, reiteradas crisis económicas siempre saldadas en favor de los propietarios del dinero y el Capital, militarismo, violencia homicida y hambruna para cientos de millones de personas y, ahora, totalitarismo gubernamental frenético con la excusa de la pandemia y otras magnificadas amenazas que no renunciarán a diseñar.
Ante la desolación del mundo real corresponde a estos actores, tanto políticos como empresariales, narcotizar y bloquear la conciencia crítica y rebelde de sus víctimas, bombardeándoles a diario con palabras vacías, cifras y más cifras virtuales y abstractas, distracciones, amenazas … y nubes de humo que tanto ciegan como asfixian: el Pacto Verde Europeo.
CGT Pontevedra, en enero de 2019, ante el Pleno de Sindicatos de CGT-Galicia, afirmaba: “El Cambio climático es uno de los graves problemas a los que hemos de enfrentarnos las generaciones actuales y futuras, pues sus efectos inmediatos amenazan el hábitat natural que la especie humana ha de compartir con los demás seres vivos y, sin el cual, no hay sobrevivencia posible”. Y, añadía: “La clase trabajadora … habrá de enfrentarse a las distintas ‘soluciones’ que se ofrecen desde distintos ámbitos (‘capitalismo verde’, ‘transición ecológica’, ‘Pacto Verde’ …), que consideran que la ‘solución’ al desastre planetario vendrá de la mano de un “gran pacto histórico a dos bandas”, mediado por las instituciones políticas internacionales”. Por un lado, el capitalismo industrial y financiero, representado por las grandes corporaciones industriales y financieras. Por el otro: La gobernanza mundial (G7, G8, Tratados de Libre Comercio y demás instrumentos políticos y mediáticos con los que cuentan las democracias capitalistas más poderosas, de EE UU a la Unión Europea, de China a Japón, Rusia o Canadá).
Esto es lo que exactamente encubre la retórica del Pacto Verde Europeo, que pronto entrará en vigor si la movilización y la conciencia social no lo impiden. Una vez más, se promoverá desde la cúpula de la UE, la usurpación y entrega de ingentes cantidades de dinero público (los 750.000 millones) a los mismos actores del sistema económico y productivo responsable directo de la devastación planetaria actual y, dado que de ella se benefician y en ella encuentran su razón de ser, seguirán celebrando, cueste lo que cueste al mundo entero. Y sobre todo, el PVE representará la apuesta de la UE por la continuidad del sistema de organización de la producción industrial bajo el principio del beneficio privado actualmente vigente. Una continuidad, en todo caso criminal, colonial en beneficio de los grandes centros de poder político y militar y suicida en términos de biosfera planetaria y, con ello, para la propia humanidad.
Ya son centenares las organizaciones que en toda Europa, entre ellas la CGT, han empezado a movilizarse para denunciar que, tal como están planteados, estos fondos públicos favorecerán abierta y descaradamente a grandes empresas, que podrán financiar su particular reconversión verde y controlar el mercadeo que se avecina en propio beneficio.
En esa movilización estaremos empeñados los afiliados de CGT de Pontevedra, en cuanto podamos superar la actual situación y se rompa el maleficio pandémico que nos cerca.