VII Época - 4

¿ENMARAÑAR LA DINÁMICA ORGÁNICA INTERNA? ¡AMOS, ANDA!

El pasado 21 de agosto se recibió en toda la organización un documento sin título, al parecer suscrito por un puñado de secretariados permanentes, que trasladan al resto de la organización su “más profundo hartazgo ante la evidente estrategia de acoso y derribo que se está llevando a cabo… contra los compañeros y compañeras del SP del Comité Confederal y también contra el SP de la Confederación Territorial de Madrid, Castilla-la Mancha y Extremadura (MCLMEX)”. Esta estrategia consistiría en “sucesivos “comunicados” que están llegando a nuestros Sindicatos y Federaciones, difundidos por correo masivo y medios diversos por vías inorgánicas”. Tendrían “contenido injurioso, difamatorio, y que incluso contienen expresiones de carácter insultante hacia varios de los compañeros y compañeras mencionadas, y de desprecio hacia personas asalariadas de la organización.” Remata el documento manifestando “nuestro apoyo a los miembros del SP del Comité Confederal de la CGT.”

Tengo que decir que yo también estoy en contra de que en la CGT se utilicen injurias, difamaciones e insultos entre compañeros y compañeras, pero para combatirlos están los medios confederales: es decir, convocar las reuniones apropiadas y demostrar que se trata de eso, de injurias, difamaciones e insultos, y no de argumentos razonados. Así, los presuntos injuriadores, difamadores e insultadores podrían exponer sus tesis y defenderse de estas acusaciones. Pero claro, es más fácil asentarse como juez y parte y realizar la condena sin que los acusados puedan hablar.

Por ejemplo, observo que los secretariados permanentes de cuatro territoriales y de cuatro sectoriales estatales figuran en el documento. ¿Han hecho reuniones de sus comités territoriales y sectoriales respectivos? ¿O se pronuncian por la antipatía o simpatía que sienten por los firmantes de los documentos supuestamente injuriosos? O, lo que es peor, ¿lo hacen por mera adhesión, sin más criterio, a ciertas personas del SP del confederal, a los que consideran intocables y de los que piensan que todo lo hacen bien? Tengo que recordar que los secretarios de dichas territoriales y sectoriales forman parte del Comité Confederal y bien podrían haber instado la celebración de una plenaria en la que se metiese mano al asunto. Claro que esto tiene un problema: que el confederal entrase a conocer de una vez sobre el fondo del conflicto que hay en la organización y, claro, eso no interesa. Es más cómodo utilizar tácticas de agitación de grupúsculo de facultad universitaria y no entrar como es debido en el meollo del asunto.

Hay que recordar que dicho conflicto nace por ciertas decisiones tomadas, en principio, por el SP de MCLMEX con respecto del Sindicato de Transportes de Madrid, decisiones no aceptadas por el sindicato afectado. Entre otras, las decisiones han supuesto la inhabilitación de dos secretariados del sindicato, el bloqueo de cuentas bancarias, el envío de cartas desautorizando a representantes ante las empresas, el nombramiento de una gestora ajena al sindicato, gestora que no ha convocado ni convoca asamblea del mismo, y no sé qué más. Ni que decir tiene que el sindicato no ha podido defenderse de las acusaciones y actuaciones del SP de MCLMEX ante sus iguales, el resto de los sindicatos de la territorial, ya que no se les ha permitido asistir a Pleno alguno. Para los firmantes del documento, esto debe ser una práctica libertaria, pero permitidme que lo dude. No es de extrañar que el sindicato afectado utilice otros medios para protegerse.

En otro lugar del comunicado, se afirma que el “SP de dicho Sindicato se encuentra inhabilitado por acuerdo de un comicio orgánico de la Confederación Territorial de MCLMEX, conforme a sus Estatutos…”. Es necesario, en estas afirmaciones, aclarar algunos extremos. Primero: el acuerdo no fue de un comicio orgánico, sino del SP de la territorial, impidiéndose a los representantes del sindicato acudir a plantear sus argumentos al pleno en el que se confirmó el acuerdo. Segundo: en los estatutos de la CGT las únicas inhabilitaciones que existen son las que corresponden a los incumplimientos del régimen de incompatibilidades, por lo que el que una territorial pueda inhabilitar a alguien es, por lo poco, discutible. Tercero: la territorial invade competencias de la CGT general ya que inhabilita para todo cargo, incluidos los de las federaciones sectoriales y las secciones sindicales estatales. Desconozco si los estatutos de MCLMEX permiten todo esto, pero en caso de hacerlo, estos estatutos son nulos al contradecir notoriamente a los generales de la CGT.

Realmente curiosa es la siguiente afirmación: “…están siendo difundidos con el sello y membrete del Sindicato de Transportes y Comunicaciones de Madrid …, pero sin firma y sin que nadie se haga personalmente responsable de los mismos, una práctica que se está haciendo habitual en estos últimos tiempos”. Estoy totalmente de acuerdo de que esta práctica es nefasta. Lo que pasa es que está siendo generalizada. Todos podemos ver comunicados del propio SP de la CGT sin ningún tipo de firma y hasta los mismos suscriptores del escrito que nos ocupa no han tenido la deferencia de firmar y poner los sellos de sus respectivas organizaciones. Como bien dice el documento “Son, por lo tanto, escritos anónimos que usurpan las siglas y la identidad de la CGT”. Curiosamente, escritos que han sido debidamente sellados y firmados, como el de la promoción de una plenaria extraordinaria del Comité Confederal, repito, debidamente sellado y firmado por ocho componentes del CC, está siendo despreciado e ignorado por el SP, que ni siquiera ha informado al resto del Comité y al conjunto de la organización de su existencia. Sin embargo, el documento de “adhesión inquebrantable” ha sido distribuido por lista orgánica sin ningún problema. La ley del embudo en plena y prístina acción.

No faltan las amenazas en el documento: “Por nuestra parte, nos reservamos también el derecho a llevar a cabo las medidas que corresponda, sea por vías estatutarias internas o por la vía legal”. Eso de “reservar las acciones” evidentemente no va a asustar a nadie que tenga convicciones, pero sí arrojan luz sobre el carácter autoritario que despide el escrito, espíritu dimanado directamente de sus redactores.

Finalmente, el documento afirma “…nuestro apoyo al SP del Comité Confederal de la CGT, surgido de la voluntad mayoritaria y, por tanto colectiva, del conjunto de la organización…”. Una afirmación totalmente desafortunada: el SP no es el gobierno de la CGT y el órgano que coordina la vida orgánica es el Comité Confederal, que no fue elegido en el Congreso. La máxima demostración de apoyo es la de no aceptar que este continúe secuestrado y permitir que se reúna, tanto en la plenaria extraordinaria solicitada como en las plenarias ordinarias, sin convocar desde, al menos, cuatro meses. Por cierto, confundir la “voluntad mayoritaria” con la “voluntad colectiva” es una afirmación realmente difícil de digerir. El respeto a las minorías es consustancial a la CGT e intentar imponer la mayoría de un momento (el Congreso) sobre toda la organización es un planteamiento autoritario que no necesita más explicación. A los redactores les aconsejo la lectura de La ley del número, del maestro Ricardo Mella para su oxigenación libertaria.

Para terminar, afirmo que no hay otra solución que el cumplimiento de los Estatutos de la CGT y el respeto a sus principios para solucionar esta cuestión. Más de ⅓ de componentes del Comité Confederal han propuesto la celebración de una plenaria extraordinaria que zanje la cuestión que tiene enfrentada a la organización. Reúnase, debátase y tómense las soluciones que sean convenientes y concordes con los acuerdos confederales. Otra cosa, y otra cosa es lo que está pasando, sí supone “enmarañar la dinámica interna”.

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