POR ENÉSIMA VEZ SE REPITE LA HISTORIA

-2935 trabajadores a la calle, al paro o, algunos, a la prejubilación en fraude social-

Pacto contra los trabajadores firmado por CC OO y UGT con el BBVA

Aún no hace un mes (La Campana, nº 41 del 18 de mayo), escribíamos nuestra preocupación por el resultado final del ERE planteado por el Banco Bilbao Vizcaya (BBVA) al Comité de empresa, cuya mayoría ostentan CC OO y UGT (entre ambos el 52%). Ahora, con profundo pesar, constatamos que nuestra inquietud estaba plenamente justificada: Gracias al ‘pacto’ de aquellas centrales con la empresa, el ERE se saldará con el despido de casi tres mil trabajadores (2.935), el 10% de la plantilla. Miles de personas arrojadas a la calle, muchos de ellos al paro forzoso, otros, a una indigna prejubilación en fraude social.

Veamos los hechos de esta crónica de una ‘traición anunciada’.

Esta semana se cumplían 50 días desde que BBVA comunicó a los sindicatos con representación en el Comité de Empresa su propuesta de un despido colectivo para 3.800 trabajadores. Ante semejante anuncio, los sindicatos mayoritarios en el sector anunciaron tímidos actos de protesta formal, como concentraciones el 17 de mayo y paros parciales los días 25 y 31 de este mes. Solo algunas organizaciones sindicales -CGT, entre ellas-, minoritarias en su representación, convocaron conjuntamente un paro de 24 horas para el 26 de mayo, al que no tuvieron reparo en sumarse, siquiera fuese parcial y localmente, las centrales mayoritarias.

Las declaraciones altisonantes -pero vacías de movilización real- de CC OO y UGT apenas se hicieron esperar.  Declararon a los medios que el plan de ajuste diseñado por la empresa es “insostenible y escandaloso”, las “medidas propuestas son obscenas” y que se movilizarán para mostrar su “absoluto rechazo”. Sin embargo, tras esta escenificación de palabrería encendida, apenas nada efectivo hicieron para hacer frente a tamaña ‘obscenidad’, limitándose a convocar paros parciales que, en todo caso, sólo deberían servir para ‘simbolizar’ el apoyo de la plantilla a “su” Comité de empresa, ya negociando los despidos colectivos y reducción de plantilla en la mesa correspondiente.

El mismo hipócrita comportamiento adoptaron la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y la vicepresidente segunda, Nadia Calviño, ambas del gobierno más “progresista”, “izquierdista” y “feminista” de la historia. También usaron declaraciones hueras de actos, para destacar que las cifras de despidos que el banco había puesto encima de la mesa eran “muy preocupantes” y. ambas ministras, “trabajarían para mitigar lo que estaba pasando y minimizar el impacto del ERE”.

Del ardor belicoso de las declaraciones de CC OO, UGT y las ministras en los dos primeros días, pasaron sin apenas transición a rebajar el tono de sus críticas ofreciendo (ofreciéndose) a la empresa su talante más negociador y chalanero: “Sabemos -dijeron- que el sistema financiero está en un momento delicado porque se está reestructurando, pero no debe dar una salida en estos términos” … “Exigimos corresponsabilidad al sector financiero y no está teniendo una actitud corresponsable a la hora de abordar su proceso de modernización” … “Queremos llegar a un acuerdo, pero no a cualquier precio”.

Con estos mimbres, sin que la plantilla hubiese reaccionado enérgicamente -al contrario, secundó en número importante la movilización descafeinada que le dictaron los que ya estaban dispuestos a firmar “a cualquier precio” (por ejemplo, 3000 despidos) “el inmediato futuro” -así decíamos en La Campana del 18 de mayo- estaba “ya escrito en su trazo grueso: ¡Gana la banca! y, con ella, el paro, la precariedad, la amenaza, el acatamiento …”.

Con todo el desprecio que cabe imaginar a la razón y la verdad, CC OO y UGT, llegaron a declarar el mismo día que firmaban el pacto: “Las movilizaciones, paros y la huelga que han tenido un seguimiento masivo por parte de la plantilla de BBVA, ha sido el motor clave para desencallar la negociación y conseguir que el Banco acabara cediendo a una posición muy dura en la negociación”.

Tiempo habrá en otros artículos para denunciar el fraude social que significan las condiciones económicas de los despidos pactados. Un fraude monumental -esta vez contra la sociedad española entera- en el que están conchabados empresarios, corporaciones sindicales y gobierno, tocándole a este último cubrir con dinero público a cargo de la Seguridad Social, determinados costes de la operación. No es gratuito que, nada más conocerse el pacto y sus cláusulas, la prensa económica de la CEOE haya titulado su información: “BBVA marca el camino de Caixabank y futuros ERE en el sector bancario”, añadiendo: “también el ERE de BBVA servirá de precedente para los próximos ajustes del sector, pues el Banco Sabadell, por ejemplo, ya ha adelantado en su plan estratégico una nueva reestructuración de costes para 2022 que implica la salida de más empleados del banco”.

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