American Utopia
Título original: American Utopia
Año: 2020
Duración: 105 min.
País: Estados Unidos
Dirección: Spike Lee
Guion: David Byrne
Música: David Byrne
Fotografía: Ellen Kuras
Reparto: Documental
Quienes conozcan la trayectoria del músico británico-estadounidense David Byrne y su grupo Talking Heads recordarán una famosa grabación de uno de sus conciertos en los años 80, Stop Making Sense, magistralmente rodada por el director Jonathan Demme, que se convirtió en una de las referencias ineludibles al hablar de música en directo en el cine.
Más de 30 años después, Byrne lo ha vuelto a hacer, en esta ocasión junto a Spike Lee, un cineasta estadounidense con sólida carrera a sus espaldas que ha sabido retratar con una lucidez e inteligencia extraordinarias los aspectos más controvertidos de la sociedad de su país, especialmente en lo que respecta a la discriminación que sufren allí las personas de raza negra, siempre sin pelos en la lengua y con un sentido del humor peculiar. Lee hace uso de todos sus recursos para filmar American Utopia, una obra de teatro musical que David Byrne y un grupo heterogéneo de músicos de gran talento representaron en el Hudson Theatre de Broadway, en Nueva York, entre finales de 2019 y principios de 2020.
La selección musical mezcla con fluidez conocidos temas de Byrne con Talking Heads con otros de su carrera en solitario, combinando momentos lúdicos de gran intensidad con otros más íntimos. En la escena inicial, Byrne reflexiona ante un modelo de cerebro humano sobre las conexiones neuronales que se establecen dentro de nosotros mismos y con la comunidad global, y a partir de ahí se van entretejiendo de forma sutil temas como la acción política, la inmigración, el racismo, el medio ambiente, para ir cerrando el círculo de nuevo en el ser humano con mucha naturalidad.
Todos los músicos en escena van descalzos y vestidos con un anodino traje gris, con sus instrumentos a cuestas, sin cables, pedales, soportes ni demás parafernalia que suele atiborrar los escenarios en los conciertos de rock. Las paredes del escenario son también de color gris o plateado, sin ningún elemento que destaque. En este entorno minimalista, los protagonistas, aparte de la música, son las dinámicas coreografías de los músicos y las luces que las acompañan a la perfección, todo ello captado con maestría por la cámara de Spike Lee, que nos ofrece el espectáculo desde perspectivas que no están al alcance de los espectadores de un teatro, siempre de forma discreta, evitando entrometerse en todo momento.
En esta época en la que por desgracia se nos niega la posibilidad de disfrutar de la inmediatez de los espectáculos en directo en toda su plenitud, obras como American Utopia sirven para recordarnos que la magia sigue ahí y que sin duda pronto podremos dejarnos llevar por la emoción de la creatividad en estado puro, despojada de todo elemento superfluo, sin que esto suponga en ningún momento dejar a un lado la inteligencia, porque no merecemos que nos traten como a idiotas.