MARTIN EDEN
Año: 2019
Duración: 129 min.
País: Italia
Dirección: Pietro Marcello
Guion: Maurizio Braucci, Pietro Marcello. Novela: Jack London
Música: Marco Messina, Sacha Ricci
Fotografía: Alessandro Abate, Francesco Di Giacomo
Reparto: Luca Marinelli, Jessica Cressy, Carlo Cecchi, Denise Sardisco, Vincenzo Nemolato, Carmen Pommella, Autilia Ranieri, Marco Leonardi, Savino Paparella, Elisabetta Valgoi, Pietro Ragusa, Giustiniano Alpi, Anna Patierno
En la primera década del siglo XX, el escritor estadounidense Jack London, ya conocido por el éxito de novelas de aventuras como “Colmillo blanco” o “La llamada de lo salvaje”, publica por entregas (1908-1909) “Martin Eden”, donde refleja su propia experiencia vital a través del personaje de ficción que da nombre a su obra: su trabajo como marinero, su ascenso social, desde su condición de proletario hasta un cierto aburguesamiento a través del conocimiento intelectual, su triunfo como escritor e incluso un anticipo de su posible suicidio final.
El director italiano Pietro Marcello, conocido sobre todo por sus documentales (La bocca del luppo), adapta libremente la novela de London, trasladando la acción de la California de principios de siglo al Nápoles de los años 60, aunque crea deliberadamente una atmósfera anacrónica en la que se mezclan distintos momentos históricos que abarcan la totalidad del siglo XX italiano y se genera una sensación de atemporalidad que conecta la historia con el momento presente. Se muestran imágenes de archivo heterogéneas que contribuyen a esta complejidad temporal, empezando por la manifestación del 1 de mayo de 1920, con la presencia del anarquista italiano Errico Malatesta, una auténtica declaración de intenciones.
Martin Eden (Luca Martinelli) es un marinero que una mañana ve como el guarda del puerto agrede a un joven y sale en su defensa. El chico invita a Eden a la mansión de su adinerada familia, los Orsini, donde le agradecen su ayuda. Allí conoce a Elena (Jessica Cressy) y se enamora de ella al instante, en principio platónicamente, pues es consciente de la enorme diferencia social y cultural que les separa. Su amor se convierte en una motivación que lleva a Martin a cultivarse de forma autodidacta con el objetivo obsesivo de convertirse en escritor. El camino no le resultará fácil y tendrá que enfrentarse a innumerables penurias y contradicciones morales y políticas que le llevarán del enfrentamiento con la poderosa familia de su amada a la asunción de la condición de escritor famoso con una vida aristocrática decadente que acabará haciéndole perder su esencia y devorándole.
A través de un complejo entramado de imágenes diversas que el director teje con excepcional maestría, se nos ofrece una amplia panorámica de los problemas y los debates que recorrieron gran parte del siglo XX y se mantienen vigentes en nuestros días. La degradación de Martin Eden es la de buena parte de la sociedad, que abraza el individualismo y el capitalismo más despiadado, dando la espalda a la pobreza y el dolor que sufren muchos. Una buena muestra de lo que intenta expresar la película es el momento en el que el protagonista se aleja de un mitin de un sindicato con un orador que ha intentado reventar la convocatoria de una huelga, comentando su admiración por el evolucionista Herbert Spencer, mientras al fondo se observa un tumulto en el que los sindicalistas se enfrentan violentamente a los camisas negras fascistas.