Editorial
El ruido ensordecedor de la Nueva Normalidad, con sus cuitas y espectáculo, impide oír el sufrimiento y el dolor de los de abajo.
Este editorial campanero es una breve crónica de un día, 29 de octubre, de la Nueva Normalidad, que está siendo impuesta en todo lugar y nación, también en España, mediante un ruido mediático ensordecedor, capaz de encubrir y ahogar en silencio el infortunio social y desventuras atroces sobre las que se construye. Bajo esta premisa, el gobierno está lejos de permitir que determinadas noticias, reveladoras de la naturaleza criminal del nuevo orden que se avecina, ocupen apenas algún espacio en las vidas y preocupación del pueblo llano.
Habrá, eso sí, periódicos, radios, televisiones, redes, chismorreos … pero el caso es que ninguno de ellos llegó a decir nada sobre los sucesos de este jueves, 29 de octubre, cuando una patera en ruta hacia Canarias, había sufrido un naufragio, pereciendo 150 inmigrantes … que ese mismo jueves, otros siete cadáveres quedaron tendidos en un almacén, muertos por asfixia en el contenedor en que se habían escondido, que ese mismo jueves …
Jueves, 29 de octubre: El incendio de un cayuco cargado con 200 emigrantes a bordo, procedente de Senegal con destino a las islas Canarias, acabó con la vida de unas 150 personas. Los hechos sucedieron cuando la embarcación todavía estaba cerca de las costas de Senegal, en torno a las costas de Saint Louis. Los buques pesqueros que faenaban en la zona lograron rescatar a 59 náufragos, para ser entregados a los buques militares españoles y senegaleses que se acercaron al lugar. La Organización Internacional para las Migraciones de la ONU ha confirmado que se trata del peor naufragio en esta área del atlántico en lo que va de año.
Jueves, 29 de octubre: Siete cadáveres apenas reconocibles cayeron sobre el suelo de un almacén en Asunción, Paraguay al vaciar el contenedor en que se habían escondido. La tragedia había comenzado cuatro meses antes, en la estación de tren de Sid en Serbia, cercana a Croacia, un país de la Unión Europea. Los emigrantes observaron que el tren de mercancías tenía por destino Milán, así que se escondieron en el contenedor con fertilizante agrícola, disponiendo apenas de 30 cm de espacio libre hasta el techo. Sin embargo, el tren apenas se detuvo en Milán, siendo estibados los contenedores en un buque que puso rumbo inmediatamente a Sudamérica. Los siete jóvenes murieron por asfixia durante la travesía marítima, al poco de comenzar el viaje.
El número de migrantes que siguen la ruta de los Balcanes hacia Europa occidental llegó en 2015 a su punto más alto cuando alrededor de un millón de personas hicieron este viaje, muchas de ellas a pie. Aunque la UE ha reforzado los controles fronterizos en esa zona, unas 9.000 personas, principalmente de Afganistán, Siria e Irán permanecen atrapadas en Serbia, la mayoría en condiciones críticas. El Centro de Protección de Asilo en Serbia advirtió sobre la situación en la ciudad de Sid al comienzo de la pandemia: “No hay suficiente capacidad para acomodarlos a todos; muchos tienen hambre y ni siquiera pueden comer”.
Jueves, 29 de octubre: La Gendarmería de Mauritania recogió este día a 24 supervivientes del naufragio de otro cayuco procedente de Senegal con rumbo a Canarias. Según el relato de los náufragos, la embarcación habría zarpado de Senegal dos semanas atrás con unas 80 personas a bordo. 50 de ellos fallecieron durante el viaje al quedar a la deriva el cayuco en el que viajaban tras una avería del motor. A medida que pasaban los días decenas de ellos fueron muriendo a causa del calor y la deshidratación y el resto los iban arrojando por la borda. Un accidente similar de una patera que quedó a la deriva el pasado mes de agosto en la misma ruta hacia Canarias provocó la muerte a 27 inmigrantes también en aguas de Mauritania. En un caso y en el otro, los supervivientes fueron deportados a Senegal.
Jueves, 29 de octubre: En este día, los pescadores de un pequeño buque que faenaba en la plataforma costera cerca de Dakar, capital de Senegal, al levantar las redes se encontró con seis cadáveres que se habían quedado enganchados en sus redes. Cuatro días antes, en la noche del domingo 25 de octubre, un número indeterminado de migrantes había fallecido a unos 5 kilómetros de Dakar, cuando una patrullera de la Marina chocó contra un cayuco que trataba de interceptar. La embarcación, cargada de migrantes, volcó y estos cayeron al agua. Fueron rescatados unos 39 jóvenes y se desconoce cuántos fallecieron ahogados, además de los seis rescatados por el pesquero.