VII Época - 4

Editorial

Te han sitiado corazón
y esperan tu renuncia.
Los únicos vencidos, corazón,
son los que no luchan.
No te entregues, corazón libre.
No te entregues.

Rafael Amor

Una vez más, La Campana, se encuentra ante la imperiosa y justa demanda de la afiliación y militancia de CGT-Pontevedra de publicar un editorial -y ya van cuatro en un mes- en defensa del compromiso federal que define a nuestra organización, pero que, ahora mismo, se encuentra en grave riesgo de fractura o escisión suicida.

La semana pasada, el Secretario general de la CGT, Miguel Fadrique, ha adoptado otra gravísima decisión, que representa una vulneración flagrante de todo aquello que define nuestra organización anarcosindicalista: Convocar una Plenaria Ordinaria del Comité Confederal de la CGT (Granada, 29 septiembre), con un Orden del Día que, deliberada y conscientemente, excluye los puntos propuestos, en tiempo y forma, por la Confederación territorial de Galicia.

Esta inicua decisión se suma a otras muchas adoptadas en los últimos meses, no menos agresivas para la CGT, en particular, la de negarse a convocar la Plenaria Extraordinaria promovida por un tercio de los miembros del Comité Confederal desde hace meses. Por enésima vez en poco más de un año, Miguel Fadrique vulnera la confianza puesta en él por la Confederación, tras su nombramiento como Secretario general en el Congreso de Zaragoza.

Con estas decisiones, el actual Secretario General de la CGT -siendo consciente de que su ambición autoritaria vulnera los estatutos confederales- pretende arrebatar al propio Comité Confederal, pero también a los Comités de las Confederaciones territoriales, Federaciones Locales y de los Sindicatos, la capacidad que tienen de intervenir, adoptar iniciativas y elaborar, colectiva, armoniosa y federalmente, el Orden del Día de sus plenarias respectivas. Con este proceder, usurpa sus funciones al Comité Confederal y exhibe su objetivo final de que la CGT llegue a imitar a los más abominables regímenes de Jefatura personal, atribuyendo a su Secretario General -elevado a la categoría de Autoridad censora- la insufrible prerrogativa de imponer a sus ‘silentes huestes’ la ‘agenda’ de lo que está permitido y lo que está prohibido debatir.

En la CGT, como organización antiautoritaria y federal que es, la toma de decisiones se ha de producir cumpliendo la doble máxima anárquica de “siempre de abajo-arriba’ y ‘nunca desde un arriba que pudiese imponer la censura o el silencio a cualquier ente en el marco de su ámbito, hacia un abajo libertario y rebelde a toda autoridad’.

Ningún ente orgánico -ya no digamos ningún individuo, ostente el cargo que ostente- puede bloquear este procedimiento en la toma de decisiones, que va de la Plenaria del sindicato a la de la Federación Local, de esta a la de la Confederación territorial y de esta al Comité Confederal de CGT. Pues somos una organización libertaria, anarcosindicalista, a la que no estamos dispuestos a renunciar sin defenderla. Nos negamos y siempre nos negaremos a participar o dar nuestro consentimiento a una organización que se pretenda jerarquizada o autoritaria. Como escribe nuestro maestro, Ricardo Mella: el pacto federal no se puede dar si no es entre seres libres e iguales, pues “no se asocia el que no es libre, se somete”

La norma, el sentido y la razón anarcosindicalista son claros y contundentes al respecto. Cuando un Sindicato realiza ante su Federación Local una propuesta para el orden del Día de una Plenaria del Comité Confederal, si la FL lo aprueba, ésta llevará la iniciativa a la Plenaria de la Confederación territorial respectiva y, si ésta a su vez lo aprueba, la propia Territorial habrá de dirigirla al Secretario General, para que éste la incorpore, Si o Si, al Orden del Día de la Plenaria del Comité Confederal, de modo que éste puede debatirla y, si es el caso, aprobarla, matizarla o rechazarla, según el mandato que cada miembro del Comité Confederal haya recibido de sus respectivas Plenarias.

Este fue el procedimiento estatutario utilizado por los sindicatos de la CGT de Galicia para que su Secretario General, el 18 de agosto, remitiese al Secretario General de la CGT, el comunicado, cuyo encabezamiento decía: “La CGT de Galicia, a la espera de la convocatoria de la próxima Plenaria Confederal, ha acordado proponer la inclusión de los siguientes dos puntos en el Orden del Día en la misma:

1.- Decisión sobre el local de CGT sito en la calle Sánchez Pacheco número 72 de Madrid. [sigue el texto que argumenta la propuesta]

2.- Posición del Comité Confederal ante la reiterada negativa del Secretario General de convocar una Plenaria Extraordinaria promovida por más de un tercio del Comité́ Confederal. [Sigue el texto que argumenta la propuesta, en aplicación del Art. 46 de los Estatutos Confederales, que obliga a su convocatoria].

CGT de Pontevedra, La Campana, reitera su llamamiento a toda la afiliación y a todos los entes de la Confederación (Sindicatos, Federaciones Locales y Comarcales) para impedir, entre todos, que esta funesta deriva autoritaria de la organización llegue a consumarse.

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