VI Época - 20

MOLLIE STEIMER, MILITANTE ANARCOSINDICALISTA /y 2

Perseguida, presa y deportada en EEUU, bajo el capitalismo.

Perseguida, presa y deportada en Rusia, bajo el comunismo.

En la hojita memorial de la semana pasada (La Campana, VI Época, nº 19 del 10.11.2020), iniciamos el relato biográfico de la trabajadora anarquista, Molli Steimer. Recordábamos que a la edad de 15 años había emigrado desde su Rusia natal a EEUU, encontrando pronto trabajo como obrera textil. Con diecinueve años ingresó en el grupo anarquista Frayhayt (Libertad, en lengua yiddish), de Nueva York. En 1918 fue detenida, junto con sus compañeros -todos ellos emigrantes judíos de origen ruso o centroeuropeos-, bajo la acusación de repartir octavillas antimilitaristas y contra la intervención militar de EE UU contra la Rusia revolucionaria.

Nada más ingresar en comisaría, los miembros del grupo fueron golpeados con brutal saña, hasta el punto de que uno de ellos, Jacob Schwartz, resultó muerto a consecuencia de la paliza recibida. A Steimer le impusieron una condena a prisión de 15 años. Sin embargo, la amplia movilización social llevada a cabo contra la brutal sentencia, logró sacar de la cárcel a los condenados a los pocos meses. Sin embargo, Molli Steimer y sus compañeros no dejarán de ser acosados, de modo que Mollie llegó a ser detenida y encarcelada hasta siete veces hasta que, una vez confirmada la primera sentencia, le impusieron la deportación a Rusia.

Mollie Steimer llegó a Moscú el 15 de diciembre de 1921, tres años después de haberse producido el estallido revolucionario de 1917 en Rusia e imponerse en el poder político, el partido comunista bolchevique con Lenin a la cabeza. Al poco tiempo de su llegada a Rusia, conoció la noticia de que sus compañeros Alexander Berkman y Emma Goldman habían sido a su vez expulsados de Rusia. El gobierno bolchevique había iniciado ya su represión a los anarquistas tras el levantamiento de los marineros de Kronstadt.

Ante la persecución que sufrían los anarquistas, Molli Steimer y Senya Fleshin, su compañero de por vida, organizaron un grupo de ayuda para los prisioneros anarquistas revolucionarios, recorriendo el país para prestar asistencia a los encarcelados.

El 1 de noviembre de 1922, Steimer y Fleshin, fueron detenidos, bajo la acusación de auxiliar a elementos ‘criminales’. Esta calificación, se aplicaba sistemáticamente a toda aquella persona detenida y/o encarcelada, con o sin juicio, con o sin otra excusa que su oposición a los modos y dictadura bolchevique. Apoyar, solidarizarse o simplemente auxiliar a cualquiera de estas personas convertía automáticamente a su protagonista en sospechoso y, por tanto, expuesto a ser detenido como “criminal”. Esto le sucedió a la pareja anarquista, siendo condenados a dos años de confinamiento en Siberia, previo encarcelamiento en la cárcel de Petrogrado. En protesta, ambos se declararon en huelga de hambre. Ante la enorme repercusión del caso, Steimer y su compañero fueron liberados días después, con la prohibición expresa de salir de la ciudad de Petrogrado, permanentemente vigilados.

En el año siguiente, en julio de 1923 serían de nuevo detenidos acusados de distribuir propaganda anarquista. Iniciaron entonces en la prisión una nueva huelga de hambre, siendo liberados gracias a las protestas de los delegados extranjeros anarcosindicalistas que se encontraban por entonces en el congreso de la Profintern, entre ellos Ángel Pestaña, por la CNT española. Sin embargo, días después les sería notificada su expulsión de la Unión Soviética, siendo deportados a Alemania.

Sin pasaporte y sin recursos, sus primeros tiempos en Alemania fueron difíciles, por lo que en 1924, la pareja se establecería en París. Durante aquellos años, junto a Fleshin, Alexander Berkman, Emma Goldman y Volin participaría activamente en el Comité mixto para la defensa de los revolucionarios encarcelados en Rusia y en la caja de resistencia de la Asociación Internacional de los Trabajadores para los anarcosindicalistas en prisión. En 1927, participarán en la fundación del Grupo de Ayuda Mutua de París, que prestaba ayuda a exiliados anarquistas de Rusia, España, Bulgaria, Italia o Portugal.

En 1929, Senya recibiría una oferta del estudio fotográfico de Sasha Stone en Berlín, siendo contratada Mollie como su asistente. En Berlín permanecerán hasta el ascenso de Hitler al poder en 1933, cuando tuvieron que escapar de nuevo, bajo la doble amenaza de asesinato que se cernía sobre ellos, como judíos y como anarquistas. Regresaron a París, donde permanecerían hasta la ocupación alemana, cuando de nuevo tuvieron que huir y lograr subir a un barco que los llevaría a México, donde permanecerán hasta su muerte manteniendo vivo hasta sus últimos alientos el ideal al que habían entregado su vida.

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